Dermatitis atópica en adultos: causas, síntomas y tratamientos

Dermatitis atópica en adultos: causas, síntomas y tratamientos

Es bastante común que los padres de niños pequeños acudan a la consulta del dermatólogo porque sus hijos sufren irritación, rojeces o picores en la piel. En muchos de estos casos el diagnóstico suele ser el mismo: dermatitis atópica. Y es que el 20% de los bebés sufre piel atópica a día de hoy, pero ¿sabías que la dermatitis atópica es una enfermedad que también puede afectar a los adultos? Aunque es menos común, las personas mayores también podemos sufrir esta patología que afecta a nuestra piel.

La dermatitis atópica suele diagnosticarse antes de los 5 años de edad, normalmente durante el primer año de vida, y en general suele desaparecer al comenzar la vida adulta. Aunque no siempre es así. Se estima que actualmente, entre un 1 y un 3% de los adultos padecen esta patología, especialmente en los países más industrializados.

En este artículo vamos a hablar sobre la dermatitis atópica en adultos, sus posibles causas, cómo diferenciar sus síntomas y cuáles son los mejores tratamientos para pieles atópicas.

¿Qué es la dermatitis atópica?

Antes de nada, debemos conocer qué es la dermatitis. Se trata de un término empleado para describir de forma general las irritaciones que se pueden sufrir en la piel a causa de diversos factores. Existen diferentes tipos de dermatitis, como son la dermatitis seborreica (que puede provocar la caspa), la dermatitis por contacto, la dermatitis herpetiforme o la dermatitis atópica.

Esta última responde a un trastorno de la piel crónico que puede manifestarse en forma de irritación, enrojecimiento y picazón muy intensa en determinadas zonas del cuerpo. El término “atópica” hace referencia a que esta afección no afecta siempre a un área concreta del cuerpo, sino que puede aparecer en cualquier zona, siendo algunas de las más comunes la cara, los codos, el cuello o la parte trasera de las rodillas (zonas de flexión de la piel).

Tipos de dermatitis atópica

Como hemos dicho, las pieles atópicas pueden darse en diferentes rangos de edad, y por eso desde la Asociación Española de Pediatría se establecen principalmente tres tipos de dermatitis atópica:

  • Dermatitis atópica del lactante: esta aparece normalmente antes del primer año de vida de los bebés (entre los 2 y los 5 meses), y suele afectar sobre todo a la zona de la cara o a las manos.
  • Dermatitis atópica infantil: aparece normalmente a los 2 años de edad, y puede permanecer hasta la pubertad. Suele afectar a los codos o la zona de las rodillas.
  • Dermatitis atópica en adultos: es aquella que aparece una vez pasada la pubertad, y que afecta mayoritariamente a áreas de flexión de la piel.

¿Cuáles son las causas de la dermatitis atópica en adultos?

Aunque aún no se ha determinado cuál es la principal causa de la aparición de la dermatitis atópica, existen varios factores que pueden estar relacionados con esta patología. Uno de ellos es el relacionado con la genética, por el que personas con antecedentes de pieles atópicas en su familia pueden ser más propensas a sufrirla.

Otra de las causas es la provocada por factores ambientales, como son el frío, el calor (y el sudor), los cambios bruscos de temperatura o el polvo. También podemos hablar de otros factores o sustancias irritantes, entre los que se encuentran algunos tejidos (como la lana, el nylon, etc.) o jabones. El estrés, el nerviosismo o el insomnio también pueden ser una de las causantes de brotes de dermatitis atópica, así como problemas nutricionales o alergias alimenticias.

Como vemos, son diversos los factores que pueden ser los causantes de que algunos adultos comiencen a experimentar síntomas relacionados con la dermatitis atópica. ¿Cuáles son esos síntomas?

Principales síntomas de la dermatitis atópica

Los síntomas de la dermatitis atópica pueden variar de unas personas a otras en función de su tipo de piel, pero normalmente se distinguen los siguientes:

  • Irritación, enrojecimiento o inflamación de la piel.
  • Aparición de pequeñas manchas de color rojizo o marrón.
  • Picor muy intenso, especialmente por la noche (prurito).
  • Piel seca, agrietada o escamosa.
  • Heridas provocadas por rascarse la zona afectada.
  • Hiperqueratosis.
  • Aparición de pequeñas protuberancias que pueden segregar líquidos.

Si se presenta alguno de estos síntomas, lo más recomendable es acudir al médico o al dermatólogo para que se realice un diagnóstico en el que se determine la gravedad del brote y se recomiende un tratamiento adecuado para cada caso.

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Las mejores cremas para la dermatitis atópica

Ante un brote de dermatitis atópica, la principal recomendación es siempre mantener una higiene adecuada de la piel, lo que nos ayudará a evitar posibles infecciones provocadas por bacterias en las zonas afectadas.

Por otro lado, los especialistas suelen indicar tratamientos en formato de cremas para combatir la dermatitis atópica tanto en niños como en adultos.

Si se busca una crema adecuada para controlar los brotes agudos de dermatitis atópica, Isdin es una marca segura en la que confiar, gracias a productos como Nutratopic Rx Coadyuvante Dermatológico, un emoliente que ayuda a calmar síntomas como el picor intenso o la inflamación.

Una buena hidratación de la piel también nos va a ayudar a reducir esos síntomas de las pieles atópicas. La crema Atoderm Intensice Baume de Bioderma no solo hidrata, sino que también nutre la piel y ayuda a calmar la irritación. Y si se prefiere el formato roll-on para llevar siempre contigo y aliviar el picor de la dermatitis atópica de forma rápida, Halibut CuidAtopic es el producto perfecto.

Además de cremas, existen otros tratamientos como las leches reparadoras. A-Derma cuenta con Exomega Control, un producto ideal que ayuda a controlar el rascado y a aliviar la irritación gracias a su fórmula natural y a la ausencia de perfumes.

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